Tú no controlas todo.
Íñigo fue llevado en camilla. Aunque él quería ser dueño de su futuro y capitán de sus acciones, está obligado a dejar que otros cuiden de él. ¿Estamos dispuestos a dejar que otros nos guíen o vivir nuestra vida desde la incertidumbre?
Nos podemos engañar y creer que podemos controlar nuestra vida por completo. Nos empeñamos en hacer listas y marcar objetivos. Queremos tener planes y que todo salga según lo previsto. Sin embargo… a veces Dios se presenta en lo espontáneo y nos pide vivir desde la confianza.
Tu reto para esta etapa: ATRÉVETE a ceder el control y vivir desde la confianza en los demás y en Dios.
Para ayudarte, te proponemos algunas acciones concretas para vivir este reto en tu día cotidiano.
- Incorpora el reto en tus oraciones: “Padre, me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras. Sea lo que sea, te doy las gracias.”
- Incorpora el reto en tu horario: Reservar tiempo para actividades esporádicas, cambia tu rutina, busca un camino nuevo al trabajo o a la universidad. Déjate sorprender.
- Incorpora el reto en tus relaciones: Invita a un amigo o amiga a tomar algo pero déjale elegir todo: lugar, hora, etc…